Mientras echas de menos los “algunas veces”, los “no es lo
mismo”, los “quizás mañana”. Yo echo de menos la forma en que tenías de decir
lo que pensabas sin soltar una sola palabra, supongo que siempre fuiste más de
espacios vacíos, de no necesitar llenar nada, de no decir lo que no es
estrictamente necesario. Porque lo vuelvo a decir nosotros no hablamos de lo
que no hablamos (sí como en big fish), no lo hablamos, podemos pasarnos
hablando 24 horas hablando de cualquier otras cosas, del mundo de cada uno,
pero nunca de juntarlos. No tenemos esa manía de creernos que cada momento
tiene que ser especial, que cada beso tiene que tener su continuación, porque
lo que es, es de verdad. No necesitamos nombres, no necesitamos palabras para
expresarlo, la vida son hechos, y mi vida muchas veces es lo que pasa entre que
te cambian de color los ojos. No todo es saber porque se hace algo, a veces
vale con sentirlo, y me quedo con eso. Me quedo contigo, y ya está, a tú lado
es un lugar de puta madre para disfrutar la vida, cada uno de su mundo, con sus
cosas, y cuando nos vayamos no tendremos que decir nada, lo que muere solo no
deja heridas. Dejar que pase, deja que sea. Déjanos ser, sin decir nada.
Y ya no eches más de menos mañana, porque
tenemos hoy.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar