lunes, 7 de marzo de 2016

Cuidarnos mejor.

Podemos hacer todo bien que llegará un momento en que todo puede torcerse. Y ahí es cuando tenemos que ser más fuertes que nunca, saber en qué y en quién debemos apoyarnos, saber que no siempre es un más sino un mejor, saber que no hay que dejar de luchar. Y os digo la verdad, me cuesta mucho recuperarme de cada fracaso, de cada paso en falso, de cada vez que me dejo llevar por no saber adónde quiero ir. Si estáis a tiempo controlar el camino, que vale que está de puta madre eso de llegar, pero hay que hacerlo, no te vale de nada llegar a la mitad de ti, la mitad de quién eras, o que llegue un desconocido. Nunca podemos olvidarnos de nosotros, nunca podemos dejar de cuidarnos y pedir ayuda cuando no sabemos que hacer. Que las heridas se curan solas, pero no es lo mismo que dejes que se cure sola- sin que nadie te la haya limpiado antes y vendado- que a veces nos infectamos por nuestras propias tonterías, por el pensar que somos eternos, y no, todo empieza y todo se acaba. Nosotros casi no controlamos lo que hay entre medias. Tenemos que saber adaptarnos y no dejarnos tirados por el camino. Deberíamos empezar a cuidarnos mejor, a disfrutar más, a no olvidarnos de nosotros.

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